Gao Xingjian pinta mapas de paisajes, mitad oníricos mitad cósmicos, que en realidad son el reflejo de estados interiores. El autor chino, reconocido con el premio Nobel de literatura ha cambiado la pluma por el pincel y son ya más de setenta las exposiciones que le han llevado por todo el mundo y confirman también su importancia pictórica. Ahora, el Solleric acoge la presentación de su muestra Al fons del món.
Sus cuadros no intentan transmitir ningún mensaje concreto pero el espectador no puede sino meditar frente a ellos, observarlos, pero no buscar una explicación lógica. El objetivo de Xingjian el "transmitir un sentimiento, un diálogo con el que traspasar el alma".
El nobel chino entiende la pintura como "un sueño, la expresión de una fantasía onírica en la que caben todos los sentimientos humanos: la soledad, la angustia, la sorpresa o el deleite", asegura.
Cuando era joven, confiesa que su universo pictórico estaba hecho de óleo y color. Luego, a finales de los 70 con la muerte de Mao Tse Tung y el fin de la revolución cultural, formó parte de una delegación de autores que salía de China por primera vez y conocían las grandes obras de Occidente. Luego sus obras perdieron la alegría cromática "la expresión del blanco y negro es una visión, no una representación inmediata de la realidad. Tiene unas posibilidades infinitas de hacer volar la imaginación, de hacer posible cualquier espacio" explica.
Al fons del món -que se inaugura hoy en el Solleric y se podrá visitar hasta el próximo 11 de julio- es el resumen de una vuelta de tuerca. Confunde cuando dice que la "perfección" de aquellas obras fue la que le hizo desterrarlas. Desde entonces, lleva más de treinta años atado a la tinta china y al papel de arroz. Con ellos, subraya su gesto espontáneo y ligero, la técnica fluida. El juego de vacíos y materia en monocromo.
Casal Solleric. Del 3 de juny a l'11 de juliol del 2010.
